Las series que nos dan perspectivas a otras religiones siempre son interesantes. En este caso es un tipo de judaísmo radical muy asentado en Brooklyn: el jasidismo. En la serie acompañamos a Esther en su trayectoria desde estar completamente sumergida en la comunidad, a su viaje por Alemania como último recurso de escape, todo bajo los juiciosos ojos de su comunidad y su familia.
Pimentita:
Esther o Esty, como también la llamaban, era diferente a las demás mujeres de su comunidad. Tenía una inmensa sed de conocer. Y las barreras invisibles que cercaban a su comunidad con el mundo exterior la consumían lenta e inadvertidamente.Al llegar al matrimonio, que en su comunidad es un asunto arreglado, Esty alberga la esperanza de ser verdaderamente feliz. Pero con lo que se topa es con repetidas insatisfacciones y con un futuro exclusivamente ligado a labores maternas y domésticas.
Así que con la urgente necesidad de encontrar su propia voz, decide escapar a Berlín donde su madre vive. Es ahí donde poco a poco se descubre a sí misma, liberándose de algunos aspectos de su cultura pero no rechazando el ser judía.
Nunca había indagado en el judaísmo ultraortodoxo y verlo en esta serie me dejó sorprendida. Causa mucha impresión entender cómo funciona una comunidad que por elección decidió congelarse en el tiempo. Cuyas prácticas y creencias se construyeron alrededor de lo sucedido por el Holocausto y por sus incansables esfuerzos por proteger su religión y cultura.
Esta miniserie nos demuestra que a pesar de lo minoritaria que una comunidad sea, se la debe retratar con respeto sin la necesidad de caer en estereotipos.
Ari:
Vi esta serie hace ya unos meses y sigue teniendo un gran impacto en mí. Personalmente conozco un poco de la religión judía por mi padrastro, pero es muy liberal y nunca he ido a alguna ceremonia por mi misma. Sin embargo ello que muestra la serie es totalmente diferente y extremista: me recordó bastante a los Amish. Esta intrínsecamente ligado a Dios y la vida solo gira en torno al culto y las costumbres, no hay espacio para las cosas comunes. Además es extremadamente patriarcal y la mujer es solo un recurso de reproducción, ni pueden estudiar ni practicar Artes.Me sentí muy conectada con Esty ya que yo alguna vez fui extremadamente católica. Ella quería ser la chica perfecta para su familia y su sociedad. Aceptó casarse y aunque con miedo, aceptó todos los extraños rituales necesarios. Pero ya casada sintió el peso de la comunidad, la presión para engendrar, lo desvalorizada que estaba y decidió escapar. No le fue nada bien al principio por esta especie de infantilización que provocan estos grupos herméticos, el no conocer más allá de lo nuestro y comprender y tolerar lo distinto.
El arco de Esty estuvo muy bien logrado, podemos sentir cómo evoluciona y aprende durante la serie, cambiando incluso su aspecto físico poco a poco y volviéndose más valiente. En el grupo de nuevos amigos alemanes de Esty una chica en particular tenían una afinidad que tal vez malinterpreté pero si estaban destinadas a ser mejores amigas o algo por el estilo, creo que este hilo quedó colgando.
Amé el detalle que tuvieron al producir la serie y respetar esta cultura, al hacer una investigación profunda del Jasidismo, incluso llegando a tener un supervisor cultural (que también actuó en la serie)✨. El making of es exquisito y da mucha más información sobre la investigación, se los recomiendo. Tengo aún pendiente leer Poco Ortodoxa: el escandaloso rechazo a mis raíces jasídicas de Deborah Feldman en que se inspiró la serie.
Uhm, por lo que vosotras han escrito de ella me han dado ganas de ver la serie y ciertamente lo haré.
ResponderEliminarGracias por esta entrada.
Me alegro muchìsimo ;) ahì nos cuentas que tal te pareció
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