After life narra la historia de Tony, un hombre que se encuentra en luto por la muerte de su esposa y parece tener una perspectiva pesimista acerca de todo lo que le pasa y el mundo. Está claro que la tristeza es una emoción necesaria para valorar la felicidad. Sin embargo, esto se vuelve un problema cuando el sentimiento inunda la mente del que lo experimenta y se vuelve el centro de sus acciones y pensamientos.
Una de las primeras escenas de la serie muestra a Tony a punto de cometer suicidio, lo único que evita que lo haga es su perrita Brandy, que reclama desesperadamente su ración de comida a lo Tony se distrae de sus intenciones suicidas. Aunque la razón de que no lo haya hecho no es intrínseco o proveniente de su consciencia, su cariño y dependencia de la mascota hacia él, salvo su vida.
Al principio, Tony muestra una actitud grosera, no empática y quemeimportista hacia todo lo que lo rodeaba. Poco a poco va aceptando que lo que le ocurrió y las emociones fuertes que experimentaba, no justificaba sus acciones impulsivas y negativas. El protagonista vive situaciones en las que su odio por la raza humana se ve en duda, puesto a que su generosidad y corazón se ablanda en escenarios en que otros dependen de su ayuda además de su mascota.
Netflix se lució con esta serie, demostrando que cada persona tiene la capacidad de hacer de su pequeño metro cuadrado, un lugar agradable para sí mismo y a darnos cuenta que el encontrarnos en dolor, no nos da derecho a causar lo mismo en otros. Definitivamente si estas pasando por un momento difícil en tu vida o algún tipo de pérdida, te recomiendo esta seria que acompañada con un humor negro, te comparte algunas reflexiones acerca de la vida y la muerte.
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